La banda Armando decidió dar un paso clave en la historia de cualquiera que apueste a los escenarios: grabar un disco de estudio. Con una tapa que dice mucho sobre amistad, mística y tradiciones, apostaron a un sonido bien arriba que mezcla ska, reggae y rock con letras y arreglos originales.
«Este disco es un hito para nosotros, una muestra del trabajo y la energía que hemos puesto en estos años», dice Nacho Suso, uno de los guitarristas y vocalistas de esta banda que lleva más de 10 años de trayectoria en constante evolución.
Algunos de los temas del disco ya son conocidos para sus fans, ya que la banda los viene tocando en sus shows. Las versiones en vivo que figuran en las plataformas tienen ya más de 100 mil reproducciones.
La grabación de Armando fue parte de un proceso de dos años que incluyó dos etapas. En los primeros temas como «Parapapá», «Querendón» y «Espejos», cada instrumento fue grabado aisladamente, lo cual le da a estas versiones un sonido pulido y profesional.
«Sin embargo, sentimos que en vivo nuestra música tiene otra energía, algo que queríamos capturar. Así que este 2024 optamos por grabar las bases de guitarras, batería, bajo y teclados en una misma toma», cuenta Nacho sobre la decisión que refleja en la energía de los nuevos temas. «Sentimos que es una versión más auténtica y cercana a cómo sonamos en el escenario», remata.
«Parapapá» es el tema insignia de este disco, ya un clásico de la banda, que suele convertirlo en una fiesta en el vivo, a puro salto de ska y pogo alegre. Un tema que remite, con guitarras kapangueras, a un viaje de psicodelia ¡con cita incluida a John Lennon!
«Quizás sí, quizás no» es un tema ideal para salir a caminar, andar en bici o de la mano con alguien ahora durante el verano, silbando el riff de armónica con el que comienza y aprendiéndose la letra con reminiscencias de Los Auténticos Decadentes.
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Cercano está «Hasta dónde llegará», un cuarteto sobre un corazón roto que se pregunta si la llamá sigue viva y deja abierta la puerta a que todo ─aún─ pueda suceder.
«Querendón» es otro de los temas de amor, y de los reggae del disco, con vientos protagonistas ─solo de armónica incluido─ que vuelven imposible no balancearse hacia un lado y otro. La letra, con notables coros, hace honor al nombre del tema y toma coraje para avisarle a «lla: “Yo quiero ser tu namber uan«.
El otro reggae es «Espejos», de estilo roots, con un estribillo que hace un salto al rock para alentar bien fuerte: «Que no te digan que apagues la luz. Siempre intentar avanzar, mirando el horizonte».
El disco se completa con una versión de «Personalmente», de Las Pelotas.
Ese es el espíritu de Armando y su disco: ir para adelante, encendiendo las ganas de alegrarse y de moverse. Armando hoy nos dan una buena razón para celebrar: hay música nueva que contagia e inspira.