La nueva propuesta discográfica de Demi Lovato titulada «It’s Not That Deep», lanzada el 24 de octubre a través de Island Records, captura una fase de la artista que deja atrás pesadas búsquedas internas y se vuelca decididamente hacia la alegría, la diversión y el baile. El álbum incluye once temas, con títulos como «Fast», «Here All Night», «Frequency», «Let You Go», «Sorry to Myself», «Little Bit», «Say It», «In My Head», «Kiss», «Before I Knew You» y «Ghost», y marca una reconexión consciente con el sonido pop, como lo había hecho anteriormente en sus grandes éxitos, a pesar de los retiros más rockeros que había hecho en el pasado reciente.
La apertura con «Fast» no es casualidad: Lovato entra al estudio en un estado de ánimo inicial, declara que quiere ir «rápido», dejar atrás los obstáculos, estar en la pista de baile y en el pulso de la noche. El sonido es puramente bailable, lleno de energía, electrónica y una diva del pop, una elección consciente que viene después del período en que ella misma había mencionado que las canciones «más pesadas» ya no la representaban. «Here All Night», segundo título, se basa en este impulso: es una canción sobre quedarse toda la noche, el contacto con la danza, la luz de la pista de baile y la liberación, una confirmación de que Lovato está «regresando» a los sonidos que le pertenecen.
Con «Frequency» y «Let You Go» la atmósfera se vuelve más personal, pero sin cargar de angustia interna; Lovato juega con el amor y la pérdida con menos drama y más estilo. En «Sorry to Myself» viene un pequeño flashback: «I was my worst enemy» parece ser la línea de la canción, pero el estado de ánimo no es lamentación, es aceptación y liberación. Incluso cuando recurre a un sentimiento más «profundo», lo hace con una mano que no le teme a la luz. «Little Bit» y «Say It» abren una ventana a la alegría del momento y la comunicación que no espera, un Lovato que está de humor para vivir, para divertirse, para mañana sin agobiar el hoy.
«In My Head» muestra un lado más interno, pero nuevamente la producción no te deja sentarte: se mueve con ritmo, con «movimientos», con baile. El single «Kiss» llega justo en el momento justo para convertirse en su propio himno de club: con bases electrónicas, una voz sensual, un lema que invita a dejarlo todo y unirse en el sentimiento de la noche. «Before I Knew You» se convierte en una promesa al futuro o en un flashback al pasado con una sonrisa —Lovato parece dirigirse a un «tú» que no sabía lo grande que sería el vacío o la secuela— y «Ghost» cierra el disco con un respiro melódico tras la tormenta de la noche: aquí hay un recuerdo, Aquí hay silencio y un tono más claramente estable.
La artista ha pasado por diferentes fases: desde su debut como estrella infantil, con su gran voz y su facilidad pop, hasta periodos más rocosos y más traumáticos, y hoy aquí, en una fase que no niega el pasado sino que lo trasciende. «It’s Not That Deep» no es un álbum de expiación o una fuente de confesión, es un álbum de liberación, diversión, alegría consciente. En algún lugar cercano a los éxitos que la convirtieron en platino y mundial: canciones como «Cool for the Summer», «Confident» y otros momentos importantes que la caracterizan. Su excelente voz permanece, pero ahora la ves sonriendo y moviéndose ligeramente, no con gravedad.
La producción del álbum, que lleva la firma de Zhone como productor ejecutivo, se mueve en espacios house, dance-pop y club sin perder la identidad pop de Lovato. Está claro que su relación con las canciones y el proceso ya no es puramente terapéutica: no escribe para ajustar cuentas. Por el contrario, escribe porque quiere vivir ahora, porque quiere compartir una experiencia. Y esto se refleja en las canciones, en su flujo, en su energía. Lovato no «oculta» que su vida ha cambiado (matrimonio, autoconciencia, alegría) y este cambio se vuelve sólido.
El resultado es un álbum que puede estar en la radio, en las pistas y en tus auriculares cuando quieres «algo bueno». No promete salvar a nadie, pero promete ponerte en movimiento, y eso es suficiente. En una época en la que el pop a menudo se ahoga en la autocensura y la melancolía, Demi Lovato nos recuerda que puedes ser fuerte, ser popular, ser una estrella del pop y no tomarte las cosas demasiado pesadas. Porque, después de todo, no es tan profundo.



